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Jul 19

Oh! Madrecita querida gracias por tu amor,
pero sobre todo te doy mi devoción
por darme la oportunidad y el privilegio
de ver tus ojos y tu lindo cabello.

Madrecita querida al mirar tus ojos,
me dan ganas de llorar,
gritar o reír, pero no de tristeza,
sino de alegría, porque tu eres mi madre,
mi madrecita querida.

En las mañanas al ver el sol salir,
le doy gracias a Dios por dejarte vivir,
pero también te miro y pierdo el aliento
por ver en tu cara el lindo reflejo
de la aurora que brilla en el alba
sobre un riachuelo pintoresco.

Madrecita querida, joyero de virtud,
solo por ti daré mi promesa,
de hacer mis tareas y ser lo mejor,
para que tu corazón nunca reciba un dolor

Jul 19

Venga mi viejita, venga aquí, a mi lado,
Quiero que charlemos de cosas, de historias…
las tuyas, las mías, las bellas, las otras… las cosas del alma.
Observo tu pelo color gris plateado,
refleja los años, los años pasados…
Mira esas arrugas, testigos del tiempo…cada una de ellas conoce su dueño…
dime, Viejecita, ¿cuál será la mía?
Sírvame otro mate, con esas manitas…
ellas son las mismas que me acariciaban…
las que me mecían, las que me abrigaban…
las que cocinaban la mejor comida…
y las que arreglaban mi ropa estropeada…
hoy están cansadas, y tímidamente recorren mi rostro,
que apenas distinguen tus pesados ojos…
esos ojos lindos, esos ojos puros…
llenos de esperanzas… colmados de asombro…

Ellos descubrían mi alma apenada,
mis luchas, secretos, angustias. Silencios.
Tú siempre supiste lenguajes del alma…
ése que hoy me sirve para hablar contigo…
el que siempre ayuda a decir las cosas que salen de adentro…
que vienen del cielo… que huelen a limpio… que saben a dulce…
Te veo encorvada, tu espalda pequeña,
tus hombros caídos, tu cintura breve,
el paso es más lento, y tu voz bajita…
¡pero eso qué importa, terminaste tu obra…
tiene treinta años…o quince o cincuenta…eso es lo que cuenta .
No… no apure su paso… hoy no es necesario…
Ya todo está hecho, la mesa está puesta… la ventana abierta…
¿Y sabe una cosa?… le traje unas rosas…
las que le gustaban… las rojas, las blancas,
tráigame un florero, en él las pondremos…
y cuando se sequen guárdelas con celo,
en aquel librito en donde guardaba las rosas del Viejo…
Vamos a la mesa, ya todos te esperan…
hoy eres la reina…del día la dueña
Como dueña eres de toda esa historia…
historia que todos también somos parte.
Todos los que estamos y los que se fueron…
Aquí está su copa…tómela en sus manos
y brinde conmigo, con ellos con todos…
Venga mi Viejita, siéntese a mi lado sigamos hablando…

Jul 19

Estaba oscuro…
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte…
Se hizo la luz
una mañana de febrero,
mamá ahí estabas tú
tan maravillosa y tan dulce
como te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto
de mis diecinueve años,
y soñando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos
de mi juventud.

Jul 19

Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.

Sólo el amor de una Madre confiará,
cuando nadie otro cree.

Sólo el amor de una Madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá.

Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas haz estado.

Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.

No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.

Jul 19

Madre mía, con cuánto dolor escribo esta prosa.
Los recuerdos vienen a mi mente, como agua corriente,
Así recuerdo a mi madre ausente:

Su piel morena, suave y tersa como la textura de las nubes.
Sus cabellos entrecanos, como noche con nieve de invierno.
Tus ojos tristes y en ocasiones absortos como si viajaran a otro mundo,
Donde no hay dolor, ni llanto, ni aflicción.

Te recuerdo, madre mía, mirándome mientras yo dormía,
cuidándome en aquellas lóbregas noches de invierno.

Te recuerdo, acariciando mi cabello
como queriendo detener el tiempo,
como queriendo que no terminara el día y la noche.

Te recuerdo decidida a todo, sin miedo alguno, fuerte,
firme, jamás dudando y siempre retando a la vida,
pues tú me enseñaste a ganar los retos, y ganar la vida.

Te recuerdo madre mía, en esa maldita cama,
adolorida, enferma, triste porque te ibas.

Te recuerdo madre mía, sonriente, nunca dándote por vencida.
Te recuerdo madre mía, diciéndome que me querías, que era yo tu orgullo,
Recuerdo cuando me dijiste que sobre mí dejabas tres vidas.

Recuerdo madre, cuando con lágrimas en tus ojos,
me dijiste «busca lo que te falta» encuentra tu otra vida.
Te recuerdo madre, entre mis brazos agonizando; dándonos tu bendición.
Té recuerdo madre, dormida en un ataúd gris que te guardaría para siempre
y yo imaginándome que te ibas de viaje y algún día regresarías por mí.

Recuerdo tantas cosas, que pasaron,
que ya se cumplen diez años de aquello y me sigo preguntando:
¿Cómo sería mi vida si tú no te hubieras ido?
¿Cuántos errores tendría de menos hoy en día?
Seguro estoy madre mía, que con tus consejos jamás me equivocaría,
Pero igual madre extrañaría, verte como lo extraño ahora.

Gracias mamá, por haberme dado la vida,
por haber hecho de mí, lo que tú querías,
¡Tu hijo!

Jul 19

Era como un sol, lo que me cegó,
me puse a llorar, cuando eso pasó.

Sentí que me mojaban, y después me pelaban,
yo seguía llorando, no entendía nada.

Después de unos minutos, alguien me abrazó,
era mi mamá, que me acobijó.

Cuando la escuché, mi llanto cesó,
ahora llora ella, con toda emoción.

No podía entender, lo que le pasaba,
yo sonreía, y ella lloraba.

Ahora que el mío nació, a ella yo la comprendo,
yo estoy llorando de emoción, y él, me está sonriendo.

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