Al nacer, seguramente me sentí protegida entre tus brazos,
Crecí un poco y me sentí respaldada por tu amor,
Hoy que soy grande y también soy mamá,
Tú eres mi guía, ejemplo, símbolo de amor y ternura.
Desde chicos nos enseñaste el camino del bien y la paz,
No la paz del mundo, sino la propia al saber que hacemos las cosas bien,
Eres también ejemplo de persona, humildad,
¿Y por qué no? de fortaleza, jamás bajaste los brazos,
Nada pudo bloquear tu camino para que continuemos vivos,
Al lado de papá, luchaste por nuestra salud física como espiritual,
Nos marcaste muy de cerca el sendero de Dios para que no erremos pasos,
Y aún hoy que algunos tenemos familias sentimos a nuestro lado,
Incentivándonos a seguir haciendo lo bueno.
Y a dar pasos suficientes atrás para remediar lo equivocado.
Tú, mamá, trozo del cielo o ángel de Dios,
Eres nuestra base, nuestro fuerte, columna principal,
Lo que jamás quiero que se derrumbe porque en ti,
Somos muchos los que tratamos de reflejarnos;
Sin darte cuenta con tu comprensión, amor y palabras sinceras,
Te convertiste en la mamá de muchas personas,
En ello están vecinos, amigos y parientes y hasta gente que no sabemos el nombre,
Jamás le negaste una palabra de aliento a alguien o mirada de afecto,
Siempre apostás al progreso y a pesar de que tus propios hijos,
Muchas veces nos equivocamos con vos, Cuando nos haces falta, sos la primera en estar,
Por todo esto y muchas cosas más,
Te cuento que te amo, sentimiento puro que emana de mi alma,
Y si tendría que entregarte un trofeo sería el de la mejor MAMÁ.