Una tarde de agosto, pero no una tarde cualquiera
la brisa marina acariciaba mi rostro
y la mirada serena y profunda de unos ojos
llenos de amor y ternura, hicieron posible ver un lindo atardecer
…el mar iba perdiendo su color azul,
y el horizonte aun resplandecía con el atrevido sol…
el sonido de las olas y uno que otro alcatraz revoloteando
se unieron para regalarnos su linda melodía…
Unas manos tibias esperaban las mías
para entrelazarse y caminar hacia un mundo nuevo
y mirarlo igual que ese atardecer…
lleno de colores y suspendo…
El ocaso, el mar, la brisa y la tibia arena de esa tarde
fueron los testigos de una inmensa locura…
y unos labios deseosos de recompensa
los testigos de deliciosos besos de amor…
Poema de amor enviado por : Norys Zerpa
octubre 21st, 2009 at 9:02 am
bueno tu poema te felicito