Poemas de amor

Hola amor, si todavía te puedo decir así, sabes nuestra relación yo siempre la he basado en sinceridad, no me gusta mentirte, pero hay algunas cosas que he ocultado, tal vez para no perderte o hacerte sentir mal.

Te dije que alguien me estaba llamando la atención, y me preguntaste si estaba en mi corazón, te dije que «NO» que solo tu estas ahí, me dijiste que me dabas tiempo para pensar las cosas, y en la cuestión del amor no se necesita pensar mucho, sabes que contigo quiero pasar el resto de mi vida, pero ahora en lo único que dudo es que si tu quieres estar conmigo el resto de tu vida.

NO QUIERO DECIR ADIOS, en realidad TE AMO, se que eres ese ser especial con el que quiero vivir para toda la eternidad.

Tengo miedo de perderte, eres mi vida, me gusta cobijarme en tus brazos, respirar el aire de tu boca, mirarme en tus ojos.

NO QUIERO DECIR ADIOS, ya que mas que mi amor eres mi mejor amiga, para mi el significado del amor es DIANA, y no que haya mejor significado en el diccionario de mi vida.

NO QUIERO DECIR ADIOS pero creo que tú si, y si así lo quieres déjame despedirme de ti diciendo:

«Nunca te mentí, no te fui infiel, siempre mi amor fue sincero, soporté muchas cosas que no me gustan de ti, fui prácticamente tu esclava, soporte tus celos, tu desconfianza que es la que mas me ha hecho sufrir, y seguí a tu lado, NO QUIERO DECIR ADIOS, pero si así lo quieres te dejaré ir, si en verdad me amas como yo a ti regresarás y si no pues creo que aunque me duela en el fondo de mi corazón tendré que…

DECIR ADIÓS”.

Hoy encontré de repente
unos versos que me escribiste
la noche que me dijiste
que me amabas locamente….

Y los leí confundida
vuestras palabras me herían
y otra vez sentí morirme
al recordar tu falsía…

Y pensé, cuanto tiempo
tardé sin poder olvidarte
rogando al cielo que volvieras
y pidiendo a Dios que no llegaras…

Esclava de la pasión que vivía
sedienta del amor que me negabas
ávida de caricias que ya no tenía
sufriendo por los besos que ya no me dabas….

Y mordiéndome los labios otra vez
guardé aquellos versos
que me hacían daño
pidiéndole a Dios que me quitara
de la mente tu recuerdo
y de mi alma, las huellas
que me dejo tu infamia…

Hoy he pensado mucho en ti
soñé que estaba entre tus brazos
que me besabas muy feliz
y susurrabas:»no puedo vivir sin ti».

Pero muy pronto desperté
habia una lágrima en mi rostro
que me decía:»olvídate»
que ya he llorado mucho por esa mujer.

Pero esa lágrima no entiende que sin ti
ella nunca existiría para mi
pues a tu lado yo he llorado siendo feliz
y ahora lo hago porque no estas junto a mi.

Luego me dice así es mejor
que si un lágrima se escapa
es porque ya en el corazón
no cabe ni una gota mas en su interior

Y así en mis labios término
como un suspiro oí tu nombre
que de esa lágrima salió
y de repente tu recuerdo me tranquilizó.

Y solo espero que algún día tu vuelvas a mi
que la vida es solitaria ya sin ti
pues a tu lado yo he llorado siendo feliz
y ahora lo hago porque no estás junto a mi.

Ya pasó mucho tiempo de que nuestras miradas dejaron de cruzarse, hace tiempo que tu no sabes de mi, por escuchar de mi boca, y hace tiempo que no se de ti por tus dulces labios.

Ya ha pasado mucho tiempo de que nuestros senderos se extendieron por diferentes lugares, y sin embargo a pesar de haber caminado mucho y sin ti, aun no puedo olvidarte, por que marcaste en mi los mejores años de mi vida, pero también los más tristes, en cuanto decidiste, dejar mi camino libre, por que no eras tu quien me haría feliz. Pero jamás me preguntaste cual era mi felicidad, y me dejaste a la deriva como si yo no supiera elegir que era lo mejor.
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Ayer cuando partías, pude comprender la inmensidad de lo que siento por ti.

Comprendí que te amo, tal vez demasiado. Ayer cuando partías, cuando te di el beso de despedida. Cuando me dijiste chau con tu brazo en alto. Comprendí porque un niño se aferra a su madre. No es el cuerpo lo que los une, sino el alma. Ayer cuando partías, hubiera querido permanecer abrazado a ti, que no te marcharas o hubiera marchado contigo, para no estar contando las horas de tu regreso. Para no encontrarme sola y vacía.

Hoy no estaría inquieta e impaciente. Navegando en un mar de tristeza, nada me alegra. Estas cuatro paredes son como barrotes de prisión a mi naturaleza.

Ayer cuando te fuiste, comprendí que me cortaste las alas. Que borraste el mapa de mi ciudad. Que solo dejaste en mi tu imagen, tu nombre y tu dirección.

Ayer cuando te fuiste, hiciste brotar de este seco manantial borbotones de amor por los poros de su piel. Ayer cuando te fuiste, te olvidaste y dejaste encendido mi corazón. Lo dejaste sintonizado al tuyo y hoy marcha al compás de tu corazón.

Ayer cuando te fuiste, esa loca alegre que tu conoces enfermó de tristeza en el andén. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Aun así, con su mirada empañada, no perdió de vista ese coche hasta que dobló aquella esquina.

Ayer cuando te fuiste, me envolví en el perfume que dejaste en mi habitación. Me abracé a tu almohada y… me dormí.

Ayer cuando te fuiste, te llevaste mi brújula, y hoy no tengo otro camino más que aquel que me lleva de casa al andén. De donde partiste… ayer.

Detrás veo el sol
Y en mis ojos
Lagrimas de dolor
Queriendo ver algo que no soy

Que el aire ya no es aire
Que la tierra lo mato

Que el futuro es incierto
Que lo estoy perdiendo
Que la gente se esta pudriendo

Lagrimas de dolor
Quieren ver algo que no soy

Ya estoy arto
Si me muero
Me vuelvo a encontrar
Camino rápido
Sin mirar atrás